Respira.

Respira. Respira hondo, profundamente. Llena tus pulmones hasta el tope. Respira.

Respira. Atrae todo el aire que puedas hacia ti. Hazlo tuyo. Haz que forme parte de ti. Deja que te inunde. Fresco, caliente, saturado, nocivo, limpio. Como sea. Respira.

Respira. Como si con cada bocanada tragaras una parte del mundo. Como si al respirar profundamente te llenaras de lo que te rodea. Te convirtieras en lo de fuera que entonces estará dentro. Respira.

Respira, como si la vida te fuese en ello. Como si no hubiera otra cosa en el mundo que te mantenga con vida. Ni agua, ni comida, ni sueño. Solo respirar. Tu vida de pende de eso. Respira.

Respira. Y con la energía que envuelve al mundo llena tu interior.  Absorbe cuanto puedas de lo que hay ahí esperándote. Respira.

Respira… Y sigue adelante.

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